domingo, 17 de agosto de 2025

A un caracol 

Fruto del agua, yaces derrumbado

solitario en recóndita ribera:

¿dónde estará la ola pasajera

que te dejó en la arena sepultado?

 

Flauta del mar, pareces agobiado

por tu carga de música ligera.

¿De dónde vienes, y qué ignota cera

tu diminuta forma ha modelado?

 

Tu breve espacio encierra la armonía

y el rumor de la mar, como el diamante

toda la inmensa claridad del día.

 

Tienen en ti las olas su colmena

y es tu sino de inmóvil navegante

naufragar en tu océano de arena.

Óscar Echeverri Mejía

Imagen:https://www.blogger.com/

lunes, 11 de agosto de 2025

Vejamen que da el ratón al caracol

Riéndose está el ratón,

en el umbral de su cueva,

del caracol ganapán,

que va con su casa a cuestas.

 

Y viendo cómo arrastrando

por su corcova la lleva,

muy camello de poquito,

le dijo de esta manera:

 

“Dime, cornudo vecino,

de un cuerno en que tú te hospedas,

¿qué callo de pie trazó

una alcoba tan estrecha?

 

“Tú vives emparedado,

sin castigo o penitencia,

y, hecho chirrión de tu casa,

la mudas y la trasiegas.

 

“Vestirse de un edificio

invención de sastre es nueva:

tú, albañil enjerto en sastre,

te vistes y te aposentas.

 

“El vivir un lobanillo,

es de pobre y de materia;

y nunca salir de casa,

de persona muy enferma.

 

“Verruga andante pareces,

que ha producido la tierra;

muy preciado de que todo

sólo tú un palacio llenas.

 

“Si te viniese algún güésped,

¿qué aposento le aparejas

tú, que en la mano de un gato,

por no admitirle, te encierras?

 

“Yo te llevaré a la Corte,

en donde no te defienda

de tercera parte o güésped

tu casilla tan estrecha.

 

“¿No te fuera más descanso

andarte por estas selvas,

y en estos agujerillos

tener tu cama y tu mesa?

 

“Riéndose están de ti

los lagartos en las peñas,

los pájaros en los nidos,

las ranas en las acequias.

 

“Esa casa es tu mortaja:

de buena cosa te precias,

pues vives el ataúd,

donde es forzoso que mueras.

 

“De una fábrica presumes

que Vitruvio no la entienda;

y si vale un caracol,

en dos ninguno la precia.

 

“Y citar puedo a Vitruvio,

porque soy ratón de letras,

que en casa de un arquitecto

comí a Viñola una nesga.

 

“Sacar los cuernos al Sol,

ningún marido lo aprueba,

aunque de ellos coma; y tú

muy en ayunas los muestras.

 

“Dirás que me caza el gato,

con todas estas arengas;

¿y a ti no te echan la uña

los viernes y las cuaresmas?

 

“¿No te guisan y te comen

entre abadejo y lentejas?

¿Y hay, después de estar guisado,

alfiler que no te prenda?

 

“Pero de matraca baste,

que yo espero gran respuesta;

y, aunque soy más cortesano,

me he de correr más apriesa”

Francisco de quevedo.

Imagen:https://www.blogger.com/

martes, 5 de agosto de 2025

Araña

La observo allí en el rincón,

cómo sin descanso, intrépida, sin amedrentarse,

se desliza y flota en el aire

hasta que toda su casa sutil está hecha.

 

Su hogar, su cama, su alimento diario,

todo de aquel escondido almacén ella extrae;

ella lo acomoda y lo conoce bien,

por fuerte instinto y leyes sagradas.

 

No busca finos hilos para tejer su nido,

ni los procura aquí y allá;

sino que los extrae de su fiel pecho,

renovándolo hasta que las hojas se marchitan.

 

Entonces, consumida con la faena y cansada de vivir,

en vano sus trampas brillantes están listas.

Su frío ha apaciguado la contienda insectil,

y a las doradas moscas su gracia olvida.

 

Pero oscilando en sus lazos que ella tejió,

se mece con cada viento invernal,

su alegría, su tarea, su recado hecho,

su curso se convierte en juguete de las adustas tempestades.

 

Pobre hermana del clan de las hilanderas.

Yo también de fuera de mi almacén dentro

mi vida diaria y plan de vida,

mi hogar, mi descanso, mi satisfacción hilo.

 

Sé que tu corazón cuando descuidadas manos

barren toda aquella difícilmente lograda tela:

destruye sus aljofaradas y lustrosas vendas

y te deja sin hogar en el camino.

 

Conozco tu paz cuando todo está hecho.

Cada hilo anclado, cada pequeño nudo,

suaves brillan en el sol de otoño;

una abrigada, silenciosa, tranquila suerte.

 

Sé lo que nunca aprendiste,

triste presagio a un alma concedido,

que no de por vida yo hilo, sola,

pero día a día hilo mi mortaja.

Rose Terry Cooke

Imagen:https://www.blogger.com/