Bestiario
Un hipopótamo tan chiquitito
que parezca de lejos un mosquito,
que se pueda hacer upa
y mirarlo con lupa,
debe de ser un hipopotamito.
Un canario que canta si está triste,
que come cartulina en vez de alpiste,
que se pasea en coche
y tima el sol de noche,
estoy casi seguro que no existe.
Si cualquier día vemos una foca
que junta margaritas con la boca,
que fuma y habla sola
y escribe con la cola,
llamemos al doctor: la foca es loca.
Un gallo a una gallina preguntó:
-¿Cocorocó? ¿Cocorocó cocó?
La gallina, indecisa,
primero le dio risa,
pero después le contestó que no.
¿Sabe qué le sucede a esa lombriz
que se siente infeliz, muy infeliz?
Pues no le pasa nada,
sólo que está resfriada
y no puede sonarse la nariz.
En el medio del mar nada un atún
estilo mariposa y al tuntún.
Nadando a la carrera
quizás ganar espera
si no la maratón, la maratún.
La llama, pobre, es un animalito
poco apreciado en la ciudad de Quito,
porque en el Ecuador
hace tanto calor
que quien llama a las llamas, está frito.
Una vez, por las calles de Caracas
aparecieron veinticinco vacas.
Como era carnaval,
nadie veía mal
que bailaran tocando las maracas.
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María Elena Walsh