viernes, 29 de mayo de 2020


Dicen que arando, arando

Dicen que arando, arando
Se coge el trigo.
No revientes arando,
cariño mío.
Desde la mi ventana
te he visto arando
con el buey Golondrino
y el Avellano.

Canción infantil

Pareja de bueyes. | Animales, Reino animal, Buey

domingo, 24 de mayo de 2020

Perro convaleciente


Estaba a duras penas comprendiendo
y me encontré en la calle como perdido
los gritos y bocinas se colaban
insolentes en mi áspera congoja.

Palpé las cicatrices que dejó tu mirada,
 ignoraba si era azul o castaño o verdosa
pero la sabia fatalmente buena,
de algún modo notaba que aún estaba vivo
que no había sucumbido a una endémica angustia
así que empezaron de nuevo a funcionar
mis articulaciones y mis candores.

Fue sólo entonces que olfateé el mundo
como un perro convaleciente
y sentí que a ese aire concurrían
rostros y móviles y sombras y manos
que aquí y allá empezaban a sonar
rebeldías como vientos armándose
y también que muchísimas piernas se apoyaban
sobre las muertes y los sacrificios
y empezaban a andar y caminábamos.

Y aunque estaba en la calle como perdido
perro convaleciente que lame sus heridas
de pronto supe que tu ausencia y yo
estábamos rodeados por un abrazo prójimo
y sin pensarlo dos veces me fui
con tu ausencia y con ellos
a faenar desconsuelos
a bregar otra vez por el hombre.

Mario Benedetti

Abandonan un perro apaleado en un contendor de basura en Oviedo

lunes, 18 de mayo de 2020


Cucú cantaba la rana

Cucú, cucú,
 cantaba la rana.
cucú, cucú,
debajo del agua.
Cucú, cucú,
pasó un marinero,
cucú,cucú,
llevando romero.
Cucú, cucú,
pasó un criada,
cucú, cucú,
llevando ensalada.
Cucú, cucú,
 pasó un caballero,
cucú, cucú,
 con capa y sombrero.
Cucú, cucú,
pasó un señora,
cucú, cucú,
llevando unas moras.
Cucú, cucú,
le pedí un poquito,
cucú, cucú,
no me quiso dar,
cucú, cucú,
me puse a llorar.

Popular



miércoles, 13 de mayo de 2020



¿A dónde vas, corderillo?

¿A dónde vas, corderillo, lejos de tu verde pasto,
 a dónde, si eres tan casto y aún eres un chiquillo?
 Mi pastor a un cuchillo me vendió de carnicero.
Llora muy alto el lucero, llora en el prado la fuente...
no llora el hombre cadente que me lleva al matadero.

 Pastor de ovejas y estrellas, que con tu silbo las llamas
y en el campo las derramas entre las flores ten bellas,
¿cómo luego las degüellas?, ¿cómo matas al cordero?
¿cómo cambias por dinero lo que paciste en el prado?

Y pregunta mi penar, al rocío y las encinas,
a las flores y colinas, si el amor puede llorar.
Y vuelven a preguntar, mis labios en triste arrobo
si ese pacer no es un robo... Y oigo un rumor acerado;

¡Mato porque soy, del prado, a la vez pastor y lobo’.

No comas, mortal, corderos, ¡ay los pobres animales!
Hombres, no seáis carnales, dejad ya los mataderos.
¡Oh si fueseis jardineros de los campos de este mundo,
qué cambio, Dios, más profundo! ¡Cuántas rosas, cuántos lirios!

¡Oh, qué ausencia de dolores, qué amor tan bello y profundo!

Anónimo

Poetas andaluces de ahora: DÉCIMAS POR LA MUERTE DE UN CORDERILLO

viernes, 8 de mayo de 2020


Oración del perro

Señor Dios de los humanos, con la humildad de mi corazón, me atrevo  dirigirme a ti para pedirte por mi amo: que llegue a ser fiel a los demás como yo soy con él; que sea leal con sus creencias y con todas las personas que dice que ama.
Hazlo capaz de respetar a todos los suyos, ya sean amigos o enemigos. Y que no hable mal de nadie como yo procuro no meterme en vidas ajenas, con intenciones torcidas.
Dale otra expresión a su cara, llenásela de alegría y de optimismo que yo le manifiesto todos los días moviéndole la cola... aunque se le haya olvidado ponerle alimento a mi cazuela donde me enseñó a comer.
Dale espíritu de gratitud, de ilimitada gratitud a todos, y, sobre todo, a la vida, equivalente a la que siento por él siempre que lamo su mano; porque tú, Señor, así me enseñaste a darle besitos a todos, absolutamente a todos lor que se me acercan: creyentes, ateos, ricos, pobres, negros y blancos. Porque nunca me dijiste que en amor había diferencias ni dejaste que el resentimiento y la envidia anidaran en mi corazón.

Llénalo de una paciencia igual a la mía cuando me quedo horas y horas a la puerta esperando que llegue y me diga con una caricia lo mucho que me quiere.
Dile, Señor, que no se queje del dolor y de las cosas feas que sucedan,como yo acepto por igual la lluvia y el granizo, las pulgas y las lombrices.
Llénalo de valor y del desprendimiento que me enseñaste para que no viva exclusivamente dedicado al amontonamiento de cosas, como si fuera a existir para siempre.
Y cuando llegue la hora de morir, dale la sabiduría que pusiste en mi alma de parro para que sepa aceptar ese instante sin temor y sin amargura.
En fin, Señor de los humanos, tú que eres amor, luz y vida, haznos a los dos un poco más dignos de ser fieles servidores tuyos.
Anónimo.

Los tuiteros mexicanos se unen para pedir una victoria para México ...

sábado, 2 de mayo de 2020


A mi mono le gusta la lechuga

A mi mono le gusta la lechuga
planchadita sin una sola arruga,
él la comoe con sal y con limón,
muy contento sentado en su balcón.
A mi mono le gusta la lechuga
planchadita y sin una sola arruga.
Él la como con sal y con limón,
muy contento sentado en su balcón.