El barco de los ratones
Érase una vez un barco
no más grande que un zapato,
y el capitán de este barco
era el capitán don Pato.
En la bodega encontraron
doce ratoncitos blancos.
Les echan cadena al cuello
y los atan a los bancos.
¡A remar!
¡Ratoncitos, a remar,
que el barco se hace a la mar!
El barco encalló un buen día
y no puede navegar.
Tres ratones marineros
lo quieren desencallar.
El capitán desde el puente
dirige bien la maniobra
y les dice a los ratones:
¡Vamos! ¡Manos a la obra!
¡A remar!
¡Ratoncitos, a remar,
que el barco se hace a la mar!
Javier Vilar
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