sábado, 5 de abril de 2025

A una calandria

        ¡Qué afán traes por romper
De tu jaula las prisiones,
Para las alas tender,
Y en el espacio perder
Tus amorosas canciones!

        La libertad te quitaron
Los hombres con saña fiera;
Y, si la voz te dejaron,
Fue porque ciertos quedaron
De que eras su prisionera.

        Mucho les place escuchar
Tu dulce, amoroso canto;
Pero dejarte volar...
No, que diz has de mezclar
Con tus placeres tu llanto

        Igual, ave, es nuestra suerte:
Si a ti una jaula te dieron,
Prisión a tu audacia fuerte,
De mi alma altiva la muerte
Con sus leyes produjeron.

        Como tú quieren que cante,
Y llore a la par también;
Pues si mi mente arrogante
Busca un más allá anhelante,
La aprisionan en mi sien.

Vicente García Miranda

Imagen:https://www.blogger.com/

domingo, 30 de marzo de 2025

Los búhos

Sobre los árboles que les cobijan
Los búhos en fila permanecen,
Igual que dioses extranjeros,
Con la pupila roja, meditando.

Inmóviles continuarán
Hasta la hora melancólica
En que, empujando al sol poniente,
Se extenderán las tinieblas.

Su actitud enseña al sabio
Que ha de saber desconfiar
Del tumulto y el movimiento;

Ebrio de una pasajera sombra,
El hombre merece el castigo
De no haber conservado la paz.

Charles Baudelaire

Imagen:htps://www.blogger.com/

lunes, 24 de marzo de 2025

Volar

Volar como pájaro,
¿Por dónde? ¿Hacia dónde? ¿Por qué?
Posarse un instante en las ramas,
y, volar otra vez.
Ir en pos de otro cielo,
de otro Dios ir en pos;
mas, después de apagado ese vuelo
no alcanzar ese cielo,
ni siquiera el consuelo
de encontrar ese Dios.
Y pasar solitarios y errantes,
sin fe en nuestros pechos,
sin techo,
ni hogar.
Con la eterna quimera de cantar,
siempre adelante;
de saber que podemos,
si queremos
volar.
No vivir en un sitio:
esperar la mañana en un valle florido;
cuando venga la tarde estar lejos del nido,
y volar
por el mar...
No pensar más en la vida,
sentir el pasado cual un yermo vacío,
no llorar las nostalgias de la fe destruida,
ni sentir más tristezas si en invierno hace frío.
No vivir la misma hora en un día,
cambiar de facetas como el prisma de Inés:
cantar hoy la pena más honda y más fría,
cantar enseguida el placer más fecundo:
cantando la pena primero,
que venga el placer un segundo,
después.
Volar como un pájaro.
¿Por dónde? ¿Hacia dónde? ¿Por qué?
Posarse un instante en las ramas,
y, ¡volar otra vez!

Horacio Rivero Egüez

Imagen:https://www.blogger.com/

martes, 18 de marzo de 2025

Pájaro y pajarero

¡Cruel pillete! Con ramaje de mimbrera
tramé el lazo en un instante...;
hasta diez no tuve contado,
cuando un tierno pajarillo
en mis manos prisionero aleteaba...

Y con pérfida alegría,
encerrado en una jaula, a mi cuarto lo conduje,
y gocé aterrorizando a mi cautivo
con miradas furibundas y con gestos de amenaza...

Cuando el juego ya dejó de divertirme,
satisfechas mis feroces crueldades,
a la jaula coloqué sobre la mesa
para abrir con precaución su puertecilla...

¡Con qué mágica viveza de sus alas hace uso
aquel pájaro enjaulado a quien se ofrece
libertad y alegre vida!

Raudamente hacia la luz dirige el vuelo,
pero cae tras el choque con los vidrios...

¡Pobre pájaro cautivo; ahora quedas bien vengado!
que es ahora el cazador quien prisionero,
encerrado está en la jaula;
en la jaula donde en vano
poseído de terror se agita triste...

¡Ay! También una mirada furibunda en él se fija,
tras la reja de su cárcel;
y ese ojo pavoroso le da miedo
y le hace estremecerse de temores y de espanto...

Y si el mísero imagina que la cárcel está abierta,
tras la dulce libertad se precipita,
mas, sus alas
lo conducen a estrellarse con los vidrios...

Henrik Ibsen

Imagen:https://www.blogger.com/

martes, 11 de marzo de 2025

Una rendija

Y tomando barro de la acequia
el niño formó cinco pajarillos cuando nadie lo veía.

Se alisó entonces el cabello que le cubría la frente
tomó aire
sopló suavemente sobre ellos

y echaron a volar.

Gabriel Chávez Casazola

Imagen:https://www.blogger.com/

miércoles, 5 de marzo de 2025

Cazador de pájaros

Es difícil el oficio de cazador de pájaros;
Hay que aprender sus costumbres,
Recordar el tiempo de los vuelos,
De varios modos silbar.

Mas vagando por caminos,
Durmiendo bajo los cercados,
Alegre está Didel, él puede
Cazar pájaros y cantar canciones.

En el húmedo saúco redondo
Se entonó un ruiseñor como un caramillo,
En un pino suenan paros,
En un abedul un pinzón retumba.

Saca Didel
De su recóndita alforja
Tres caramillos de caza y a cada ave
Un caramillo dedica.

Sopla un caramillo de saúco
Y suena en la floresta,
Desde su protección verde
Le responde un ruiseñor.

Sopla un caramillo de pino
Y silba el caramillo,
En los pinos los paros respondiendo
Esparcen sus cascabeles.

Saca Didel
De su recóndita alforja
El más ligero, el más sonoro
Caramillo de abedul.

Tiernamente prueba los tonos,
Sopla la rendija cantante;
Con voz alta, el abedul
Bajo su aliento canta.

Luego esta voz oyendo
Voz de árbol, voz de ave,
En el abedul al lado del camino
Trinará el pinzón que responde.

Detrás de un terraplén
Donde se apaga el ruido de los carros
Al lado de un estanque, cubierto de verdor,
Sus redes extendió Didel.

Sobre él, verde abajo,
Celeste y azul arriba,
Se levanta el mundo como un ave enorme
Que silba, rumora, suena.

Así anda alegre Didel
Con su bastón, ave y alforja,
Por el Hartz cubierto de bosques,
Del Rhin por las riberas.

Por la Turingia de robles,
Por la Sajonia de pinos,
Por la Westfalia de saúcos,
Por la Baviera embriagada.

Marta, Marta, ¿por qué lloras
Si anda Didel por los campos,
A los pájaros silbando,
Y sin pensar sonriendo?

Eduard Bagritski

Imagen:https://www.blogger.com

miércoles, 26 de febrero de 2025

Aves

Pájaros que vuelan en el cielo

Pájaros son libres en el cielo

Pájaros, no tienen ningún tipo de dolor.

Pájaros que vuelan y viajan a lejanos lugares y bajo la lluvia

Este suelo no les puede hacer daño, son buenos pájaros.


Los pájaros que construyen anidan en diferentes árboles y en un lugar secreto.

Pájaros, cuidarás a tu bebé muy cortésmente.

Y honestamente los alimentarás y cuidarás, lo harás.

Muere por ellos, volarás a lugares lejanos para recolectar alimentos.

Sean buenos padres y madres pájaros ustedes son los mejores y lo harán


Te proteges a ti y a tu bebé producirás

Diferentes tipos de sonidos, y cantarás una canción.

Produces hermosos sonidos y hermosos tonos que cantas

Buscas desperdicios y buenos alimentos aquí y allá.

Pájaro eres hermoso y tienes felicidad y libertad.

Binod Dawadi

Imagen:https://www.blogger.com/

jueves, 20 de febrero de 2025

Efectos

No es en la noche sino en al atardecer,

en la hora azul, cuando diez mil pájaros

en la hilera de un cable eléctrico

se ponen de acuerdo y aguantan el aliento,

aprietan las alas y se les dispara

el latido, la sangre de las patas les hierve

y calculan cuántos nudos tiene el viento,

como si fuera la primera vez, como si fuera

la última, y se repiten por dentro

estamos

a punto

a punto

a punto

de atravesar el cielo y cruzar el continente.

 

La fuerza del impulso

reverbera el hilo metálico,

hace bajar

por unos segundos

la intensidad

de las bombillas.

Nadie

entiende el porqué.

Ana Gual

Imagen:https://www.google.com/

jueves, 13 de febrero de 2025

El potro salvaje

Querido padre mío, vendrá la primavera,
y se derretirá la nieve blanca.
Habíamos guardado de la yegua un potrillo
que habías elogiado por su raza tan pura
y poderlo montar y correr velozmente
después de que te cures.
En él cabalgarías desde el mismo barranco,
irías a las fiestas para participar en las carreras.
No pudimos pensar que cuando la pradera se pusiera tan verde,
jamás ensillarías aquel potro salvaje.
Un potro de carreras sin su dueño no será bien cuidado.
Tampoco encontraría un amo conveniente.
Se le oye relinchar en medio de su cuadra
antes de que amanezca, echándote de menos.

Su brío fue heredado de su raza.
Rompió todas las cuerdas que le ataron.
Un día destrozó la valla de los sauces
donde pasaron noche caballos numerosos.
No sé qué es lo que atrajo su atención.
La gente lo miraba retozando.
¡Pobre salvaje ansiando libertad!
Sin embargo volvió para entrar en su cerca.
Hoy ha bebido agua de un cubo entre mis manos.
¿Quién sería capaz de entender la tristeza de un equino?
...Nos hemos convertido de indomables en mansos.
¡La vida reconoce su potente energía!

Akushtap Baktyguereyeva

Imagen:https://www.blogger.com/blog/

sábado, 8 de febrero de 2025

Sensemayá (Canto para matar a una culebra)

¡Mayombe-bombe-mayombé!
¡Mayombe-bombe-mayombé!
¡Mayombe-bombe-mayombé!

La culebra tiene los ojos de vidrio;
la culebra viene, y se enreda en un palo;
con sus ojos de vidrio en un palo,
con sus ojos de vidrio.
La culebra camina sin patas;
la culebra se esconde en la yerba;
caminando se esconde en la yerba,
caminando sin patas!

¡Mayombe-bombe-mayombé!
¡Mayombe-bombe-mayombé!
¡Mayombe-bombe-mayombé!

Tú le das con el hacha, y se muere:
¡dale ya!
¡No le des con el pie, que te muerde,
no le des con el pie, que se va!

Sensemayá, la culebra,
sensemayá.
Sensemayá, con sus ojos,
sensemayá.
Sensemayá con su lengua,
sensemayá.
Sensemayá con su boca,
sensemayá!

La culebra muerta no puede comer;
la culebra muerta no puede silbar;
no puede caminar,
no puede correr!
La culebra muerta no puede mirar;
la culebra muerta no puede beber,
no puede respirar,
no puede morder!

¡Mayombe-bombe-mayombé!
Sensemayá, la culebra…
¡Mayombe-bombe-mayombé!
Sensemayá, no se mueve…
¡Mayombe-bombe-mayombé!
Sensemayá, la culebra…
¡Mayombe-bombe-mayombé!
¡Sensemayá, se murió!

Nicolás Guillén

domingo, 2 de febrero de 2025

La lagartija se marchita...

La lagartija se marchita
en un plato de cristal.
No sé nada.
No sé nada.
Frascos llenos de serrín
delimitan las calles,
como faroles enmohecidos.
Chillidos miedosos,
cuando el cambio acecha.
(Siempre acecha)
Los arbustos rodadores
son muchedumbre,
y es difícil abrirse paso
entre sus dicciones empobrecidas.
Ya no quiero
emplear el futuro
en soñar despierta,
ni en interpretar hologramas.
Hoy,
desvirgaré todas las aceras
de la ciudad.

Leticia Vera

Imagen:https://www.blogger.com/

domingo, 26 de enero de 2025

La lagartija

De la niñez, sólo recuerdo
una nerviosa lagartija.
De tanto sol sobre su espalda,
parecía de vidrio hecha.

Entre piedras y papagayos,
aparecía en el jardín.
Tal vez quisiera ver el mundo
o desearme un día bueno.

Este saurio diestro y paciente
que convierte el sol en diamante
me hace alabar la maravilla
oculta en la infancia distante.

Pues cosa grande, para un hombre,
es sentir, que al nacer su vida,
toda la belleza del mundo
estaba en una lagartija.

Lêdo Ivo

Imagen:https://www.blogger.com/

lunes, 20 de enero de 2025

Fábula

Ruiseñor,
te envía saludos la serpiente.

Dice que le gusta como cantas.
Le parece injusto que la retraten junto a plantas nucleares
como en “Dioses que apuestan…” de Mettler.
Prefiere aparecer como la bufanda de Lord Krishna
o abrazada a una amiga, como dos chicas que, entre risas,
comparten una copa en el logotipo de una farmacia antigua
—mezcla del Caduceo y la copa de Higia—

Mudar de piel:
rejuvenecimiento constante,
cobre que no se oxida.

“El hecho de retratarme junto a la planta nuclear
es una condena, Rui
como si una clase social estuviera destinada
a permanecer ad aeternum sin movilidad;
es determinista, conservador, predecible,
es escribir como te dijeron que se hacía,
como viste que se hacía”.

Rui, te envía saludos la serpiente,
le parece que semejante trino
que hace llorar de liberador y cosquilloso
es el adecuado para la oda que ella merece,
una oda que revierta su prestigio
inmerecido e indeleble: el gran tatuaje
del prejuicio que le endilgaron
por superstición y odio. Quizás por eso
se enamoró de tu trino, Rui
“con tu poesía me siento amada y defendida”

Serpiente:
el ruiseñor te devuelve los saludos.

Germán Carrasco

Imagen:https://www.blogger.com/

domingo, 12 de enero de 2025

La iguana

Cuidaba de no pisarla,
sobre todo en la noche
cuando se movía a sus anchas por la casa.
Era una diminuta iguana
de color negro,
llegada allí sin mayores explicaciones,
y que parecía un broche perdido
por alguna dama rica.
Durante el día
sus hábitos cambiaban
y era común verla, inmóvil,
con sus manitas y patitas de goma,
asida al muro o al espaldar de un mueble,
ausente de temor alguno,
como un huésped cumplido
que paga la renta.
A veces acariciaba su cabecita
llena de quién sabe qué pensamientos,
seguramente tan frágiles e insensatos
como los que hilan en la nuestra
el desfile de nuestros fantasmas.
De cabeza a cabeza,
quizá las diferencias no sean muchas
y todo al final consista
-dudas, terrores, alegrías, angustias, suertes -,
en cómo sobrevivir
sin convertirte
en tu propio, temible, enemigo.
Vuelta casi un objeto más
pasaba allí las horas,
impávida,
hasta que aguijoneada
por algún impulso repentino
escapaba
hacia la rendija de luz
que de repente encontraba
en el interior de sí misma.

Elkin Restrepo

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lunes, 6 de enero de 2025

Lagarto

Pero estoy a punto de volver a los días donde me quemaba
al sol, un lagarto comiéndose el calor, con la boca dirigida al cielo
y los ojos cerrados, el cuerpo rugoso y pesado
plácidamente sostenido en la rompiente del verano, justo en el punto
donde alcanza su máximo poder para después empezar
a declinar. Es ahí donde estoy llegando: al tiempo en que nada
había empezado todavía a marchitarse, cuando entre los yuyos
del fondo crecía una flor salvaje, y verla daba miedo y alegría,
porque era espléndida, de una belleza que no se parecía en nada
a la de las flores nacidas y criadas en el jardín, que apuntaban
altaneras hacia la lejanía pero eran domésticas,
no sabían de los montes desmesuradamente
fértiles en que los árboles de troncos deformes, los animales
hoscos vivían por el sólo placer de seguir vivos, de respirar
el aire que quedaba a salvo de la polvareda y la sequía. Estoy
empezando a sentir lo que sentí entonces, el trueno que sacude
a las criaturas amansadas a la fuerza, el silbido en el aire
que precede a la caída de la fusta sobre el lomo, el segundo
en que empieza a cultivarse la posibilidad de la revuelta
que va a ir filtrándose en la médula y en los huesos
como un líquido parecido a una savia espesa esparciéndose
desde el corazón implacable de un árbol cuya madera es tan fuerte que resiste sin daño el ataque de los hacheros. Estoy llegando al día anterior a que empezara el desorden y se diseminara el dolor hasta cubrirlo todo, una ráfaga de humo fétido capaz de entra 
en el alma hasta confundirse con ella para siempre. 

Entonces, justo entonces, ahí me quedo, en el momento en que supe que llevará toda la vida encontrar la forma de existir sin someterse ni hacer daño, pero que vale la pena: ni la mansedumbre ni la violencia pueden contra ese peso que cae sobre la espalda de todos desde que se termina el ínfimo tiempo en que está permitido vivir fuera de la ley según la cual lo enfermo habrá de ser salud y viceversa.

Estoy, por fin, entrando al torrente de la siesta donde me dormí
sin conocer todavía el soplo de ese mal en la frente, sin temerlo.
La niñez es un temporal que pasa rápido, y rápido hay que seguir la estela que dejó para no perderla. Si hay algo que está intacto tendrá que haber quedado ahí y hay que encontrarlo: el animal feliz que al llegar la crudeza del invierno se sintió acosado y solitario, y se metió en la sombra después de haber absorbido toda la luz, esa es la bestia castigada a la que hay que dejar suelta, ara que se cure las heridas sola, y sola salga a correr
hasta que pueda abandonar su ferocidad y su miedo monte adentro.

Claudia Masín 

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