jueves, 29 de noviembre de 2012

Las moscas





Las moscas, fuente de inspiración. Un Antonio y dos Félix juegan con ellas:



Vosotras, las familiares,
inevitables golosas;
vosotras, moscas vulgares,
me evocáis todas las cosas.
¡Oh viejas moscas voraces
como abejas en abril,
viejas moscas pertinaces
sobre mi calva infantil!
¡Moscas del primer hastío
en el salón familiar,
las claras tardes de estío
en que yo empecé a soñar!
Y en la aborrecida escuela,
raudas moscas divertidas,
perseguidas
por amor de lo que vuela
—que todo es volar—, sonoras,
rebotando en los cristales
en los días otoñales...
Moscas de todas las horas,
de infancia y adolescencia,
de mi juventud dorada;
de esta segunda inocencia,
que da en no creer en nada;
de siempre... Moscas vulgares,
que de puro familiares
no tendréis digno cantor:
yo sé que os habéis posado
sobre el juguete encantado,
sobre el librote cerrado,
sobre la carta de amor,
sobre los párpados yertos
de los muertos.
  Inevitables golosas,
que ni labráis como abejas
ni brilláis cual mariposas;
pequeñitas, revoltosas,
vosotras, amigas viejas,
me evocáis todas las cosas.

Antonio Machado

…….



A un panal de rica miel
dos mil moscas acudieron
que, por golosas, murieron,
presas de patas en él.
Otra dentro de un pastel
enterró su golosina.
Así, si bien se examina,
los humanos corazones
perecen en las prisiones
del vicio que los domina.

Félix María Samaniego
……..




Este nocturno sideral es pesadilla:
las moscas todas
toman conciencia de planetas
y dan vueltas y vueltas, giran, vuelan,
buscando sus órbitas perdidas
en un cósmico caos.

¿Qué milagro retrasa el cataclismo?
La gravedad con su ley se vuelve loca,
no encuentra el equilibrio la atracción
del peso corporal de los insectos.
¡Pesadas! ¡Ya está bien!
Le daré un coscorrón al imposible,
estoy deseando al fin
que las moscas invadan las órbitas vecinas,
que choquen y que exploten
y sus alas me “nieven” el nocturno
para estar relajado.

Félix

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