miércoles, 5 de junio de 2013

Los dos conejos



Por entre unas matas,
seguido de perros
(no diré corría)
volaba un conejo.
De su madriguera
salió un compañero,
y le dijo: -tente;
amigo, ¿qué es esto?
-¿Qué ha de ser? –responde-,
sin aliento llego…
Dos pícaros galgos
me vienen siguiendo.
-Sí –replica el otro-
por allí los veo;
pero no son galgos.
-¿Pues qué son? –Podencos.
-¿Qué? ¿Podencos dices?
Sí; como mi abuelo.
-Galgos y muy galgos;
bien vistos los tengo.
-Son podencos: vaya,
que no entiendes de eso.
-Son galgos, te digo.
-Digo que podencos.
En esta disputa
llegando los perros,
pillan descuidados
a mis dos conejos.
Los que por cuestiones
de poco momento
dejan lo que importa,
llévense este ejemplo.

Tomás de Iriarte

……….

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