Vesperal
El pastor su rebaño en el redil
encierra
y del prado brumoso viene una voz
lejana:
es aguda en la esquila y grave en la
campana…
Una niebla de ensueño se extiende por
la tierra…
El cobre del ocaso se funde en rojo
brillo,
y luego es amaranto, es pálido
viloleta,
es sombra y es silencio, Ya sólo canta
el grillo.
Húndete corazón, en esta paz completa.
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