Cuando el sol
despunta tranquilo,
en sacudidas despiertan los perros,
con estirada bostezan con sueño y
en movida de cola, molinillo inquieto.
En desliz, al aire alborozan ladridos
siendo en bríos algunos de sus juegos,
otros, en rezongos de solo amores y
los mirones con lengua afuera, atentos.
Es el paso de un día cualquiera y
agradecidos reciben su alimento.
Olvida, pequeño, el haber sido presa
del abandono y de tantos lamentos.
Que la esencia a hierba sea hoy caricia.
Que en manos bien ofrecidas recibas
tu ansiado y merecido consuelo.
Que un amor sea cobija de abrazos
por preciosa familia de querer sincero.
¡Más allá de la vida, feliz sea el recuerdo!
María Inés Arias
en sacudidas despiertan los perros,
con estirada bostezan con sueño y
en movida de cola, molinillo inquieto.
En desliz, al aire alborozan ladridos
siendo en bríos algunos de sus juegos,
otros, en rezongos de solo amores y
los mirones con lengua afuera, atentos.
Es el paso de un día cualquiera y
agradecidos reciben su alimento.
Olvida, pequeño, el haber sido presa
del abandono y de tantos lamentos.
Que la esencia a hierba sea hoy caricia.
Que en manos bien ofrecidas recibas
tu ansiado y merecido consuelo.
Que un amor sea cobija de abrazos
por preciosa familia de querer sincero.
¡Más allá de la vida, feliz sea el recuerdo!
María Inés Arias
