Después de haberse hinchado de cebada, una mula se puso a dar saltos, mientras se decía:
-Mi padre es un caballo rapídisimo. ¡Cómo me parezco en todo a él!
Poco tiempo después tuvo que correr con todas sus fuerzas, instigada por el dueño. Entonces, la mula, agotada y contrariada, se acordó de pronto de que su verdadero padre era un asno.
…….
Conviene recordar de dónde venimos.
Esopo (Versión libre de la fábula)
No hay comentarios:
Publicar un comentario