miércoles, 26 de febrero de 2025

Aves

Pájaros que vuelan en el cielo

Pájaros son libres en el cielo

Pájaros, no tienen ningún tipo de dolor.

Pájaros que vuelan y viajan a lejanos lugares y bajo la lluvia

Este suelo no les puede hacer daño, son buenos pájaros.


Los pájaros que construyen anidan en diferentes árboles y en un lugar secreto.

Pájaros, cuidarás a tu bebé muy cortésmente.

Y honestamente los alimentarás y cuidarás, lo harás.

Muere por ellos, volarás a lugares lejanos para recolectar alimentos.

Sean buenos padres y madres pájaros ustedes son los mejores y lo harán


Te proteges a ti y a tu bebé producirás

Diferentes tipos de sonidos, y cantarás una canción.

Produces hermosos sonidos y hermosos tonos que cantas

Buscas desperdicios y buenos alimentos aquí y allá.

Pájaro eres hermoso y tienes felicidad y libertad.

Binod Dawadi

Imagen:https://www.blogger.com/

jueves, 20 de febrero de 2025

Efectos

No es en la noche sino en al atardecer,

en la hora azul, cuando diez mil pájaros

en la hilera de un cable eléctrico

se ponen de acuerdo y aguantan el aliento,

aprietan las alas y se les dispara

el latido, la sangre de las patas les hierve

y calculan cuántos nudos tiene el viento,

como si fuera la primera vez, como si fuera

la última, y se repiten por dentro

estamos

a punto

a punto

a punto

de atravesar el cielo y cruzar el continente.

 

La fuerza del impulso

reverbera el hilo metálico,

hace bajar

por unos segundos

la intensidad

de las bombillas.

Nadie

entiende el porqué.

Ana Gual

Imagen:https://www.google.com/

jueves, 13 de febrero de 2025

El potro salvaje

Querido padre mío, vendrá la primavera,
y se derretirá la nieve blanca.
Habíamos guardado de la yegua un potrillo
que habías elogiado por su raza tan pura
y poderlo montar y correr velozmente
después de que te cures.
En él cabalgarías desde el mismo barranco,
irías a las fiestas para participar en las carreras.
No pudimos pensar que cuando la pradera se pusiera tan verde,
jamás ensillarías aquel potro salvaje.
Un potro de carreras sin su dueño no será bien cuidado.
Tampoco encontraría un amo conveniente.
Se le oye relinchar en medio de su cuadra
antes de que amanezca, echándote de menos.

Su brío fue heredado de su raza.
Rompió todas las cuerdas que le ataron.
Un día destrozó la valla de los sauces
donde pasaron noche caballos numerosos.
No sé qué es lo que atrajo su atención.
La gente lo miraba retozando.
¡Pobre salvaje ansiando libertad!
Sin embargo volvió para entrar en su cerca.
Hoy ha bebido agua de un cubo entre mis manos.
¿Quién sería capaz de entender la tristeza de un equino?
...Nos hemos convertido de indomables en mansos.
¡La vida reconoce su potente energía!

Akushtap Baktyguereyeva

Imagen:https://www.blogger.com/blog/

sábado, 8 de febrero de 2025

Sensemayá (Canto para matar a una culebra)

¡Mayombe-bombe-mayombé!
¡Mayombe-bombe-mayombé!
¡Mayombe-bombe-mayombé!

La culebra tiene los ojos de vidrio;
la culebra viene, y se enreda en un palo;
con sus ojos de vidrio en un palo,
con sus ojos de vidrio.
La culebra camina sin patas;
la culebra se esconde en la yerba;
caminando se esconde en la yerba,
caminando sin patas!

¡Mayombe-bombe-mayombé!
¡Mayombe-bombe-mayombé!
¡Mayombe-bombe-mayombé!

Tú le das con el hacha, y se muere:
¡dale ya!
¡No le des con el pie, que te muerde,
no le des con el pie, que se va!

Sensemayá, la culebra,
sensemayá.
Sensemayá, con sus ojos,
sensemayá.
Sensemayá con su lengua,
sensemayá.
Sensemayá con su boca,
sensemayá!

La culebra muerta no puede comer;
la culebra muerta no puede silbar;
no puede caminar,
no puede correr!
La culebra muerta no puede mirar;
la culebra muerta no puede beber,
no puede respirar,
no puede morder!

¡Mayombe-bombe-mayombé!
Sensemayá, la culebra…
¡Mayombe-bombe-mayombé!
Sensemayá, no se mueve…
¡Mayombe-bombe-mayombé!
Sensemayá, la culebra…
¡Mayombe-bombe-mayombé!
¡Sensemayá, se murió!

Nicolás Guillén

domingo, 2 de febrero de 2025

La lagartija se marchita...

La lagartija se marchita
en un plato de cristal.
No sé nada.
No sé nada.
Frascos llenos de serrín
delimitan las calles,
como faroles enmohecidos.
Chillidos miedosos,
cuando el cambio acecha.
(Siempre acecha)
Los arbustos rodadores
son muchedumbre,
y es difícil abrirse paso
entre sus dicciones empobrecidas.
Ya no quiero
emplear el futuro
en soñar despierta,
ni en interpretar hologramas.
Hoy,
desvirgaré todas las aceras
de la ciudad.

Leticia Vera

Imagen:https://www.blogger.com/