martes, 16 de julio de 2024

Puntos a una vaca

Estática.
Una flor diminuta sin su tallo.
Una estampa de lago en su quietud.
Solo acechante.
Muy sola se la ve. Paciente espera
-derroche de empatía con el mundo-.
A su propio compás se le movían
las líneas transversales que cromaban
su cuerpo del color del infinito.
Una silueta al fin está observando.
Muerte fiera en la jungla de su asfalto.
La fuerza de la vida en alimento.
Sus alas aletean. No respira.
Silencio mi verbo.
Ninguno de mis músculos hará
que su hermosura pierda gallardía.
Nos separan acaso dos misterios.
Expectantes notamos que se acerca.
Yo por ese reflejo de este sol,
qué atraviesa las hojas, en su cuerpo.
Ella, por mil sistemas adquiridos.

Sin saberlo agoniza mientras llega.
Cerca se intuye
una mota, mosquito diminuto.

Arco tenso, perfil negro de muerte,
le dispara su cuerpo al atrevido.
Disparo yo mi lente y se ha perdido
su fulgor de sonata por la nada.
Regresa –coordenadas- flor sin tallo.
Acompaño el festín hasta la tarde.
Hasta que arden los rayos de este sol
llevándose en sus oros despedidas.
Yo que le dije adiós, o un hasta siempre.
Ella me aleteó muy comedida.
(M.G.B.)

Imagen:https://www.blogger.co

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